sábado, 1 de septiembre de 2012

Plegarias

Dios de la guerra,
que inspiras valor
al soldado malherido,
que infundes temor
en el sueño de los hombres,
que quiebras la voz
en el llanto de las mujeres.

Dios de la guerra,
que salvas del temor
el cuerpo moribundo,
que siembras los campos
de balas y sangre doliente,
que clamas el honor
sobre el humo de la muerte.

Dios de la guerra,
antídoto del dolor,
trueno en la tierra,
fuego en la noche,
veneno en el vientre.

Dios de la guerra,
golpea con tu martillo
el yunque podrido de mis huesos,
escucha piadoso mis rezos
y llévame raudo contigo.